En busca del Azul (The Giver) (2/3)

¡Buenas literatómanos!

¿Qué tal el fin de semana? Espero que estéis descansado, disfrutando, leyendo y aprovechando las horas libres al máximo.

Hoy os traigo la reseña de la segunda parte de una saga de la que ya he hablado unas cuantas veces. ¡Espero que os guste!

Título: En Busca del Azul.

Autora: Lois Lowry.

Saga: The Giver (reseña).

Idioma original: inglés.

Fecha de publicación: 2000.

Título original: Gathering Blue.

Número de páginas: 251.

Traductora: María Luisa Balseiro.

Editorial: Everest.

Nora, una huérfana coja de nacimiento, vive en un mundo donde los "débiles" son dejados de lado. Teme por su futuro hasta que el poderoso Consejo de Guardianes la perdona. La razón es que Nora posee un don especial para bordar. Mientras su talento la mantiene viva y le supone ciertos privilegios, se da cuenta de que está rodeada de misterios y secretos. ¿Logrará averiguar la verdad acerca de lo que hay más allá de los límites de su poblado?

La primera parte de The Giver me dejó sin habla. El final, tan abierto, llenaba de ganas de leer la siguiente parte y saber qué pasaba con los personajes, dónde iban, qué decidían...

Pero cuando empiezas a leer "En Busca del Azul" vuelves a quedarte sin habla. Porque no aparecen ni Jonás, ni Gabi, ni el Dador, ni Fiona, ni ningún entorno conocido. Aparece un poblado miserable donde una chica coja, Nora, ha quedado huérfana y corre el riesgo de ser abandonada a la muerte. Ningún personaje en común con la parte anterior, podrías leer este libro sin haber leído el anterior (no lo recomiendo) y, aún así, te enterarías de todo.

El poblado de Nora es muy distinto a la comunidad de Jonás. El primero no parece una sociedad utópica, el lugar perfecto. Es un mundo donde todo el que no sirve, está muy enfermo o gravemente herido es abandonado a su suerte para morir en "el Campo", un lugar escalofriante. Solo imaginarlo me ha puesto los pelos de punta, la falta de piedad, de compasión...

La trama me ha gustado bastante, como Nora, ayudada por la gente que la quiere, va desenredando un hilo de mentiras, va explorando, tímidamente, y saliéndose de la norma... 

El comienzo es una de las partes más duras del libro, cuando la vida de Nora está en juego porque ya no tiene madre y es coja, por tanto, no puede trabajar duramente. Cuando las mujeres, fuertes y violentas, la acusan de parásito y quieren quedarse con lo poco que es suyo.

Pero el Consejo de Guardianes le "perdona la vida" a cambio de su talento: bordar. Así, Nora pasa a vivir rodeada de lujos y protegida, con la condición de bordar las tragedias del famoso manto del Cantor.

Los personajes y el escenario, que podrían ser vistos como una misma cosa, son la gran estrella de la novela: en esta sociedad ruda y primitiva, hay muchos colectivos discriminados, mujeres, niños, ancianos, enfermos... Una muestra es que el nombre de los niños tenga una sílaba, el de los adolescentes dos, el de los adultos tres... Cuanto más largo sea tu nombre, mayor es su prestigio.

Cada persona va en busca de su propia supervivencia, de su propio beneficio a costa de lo que sea, con violencia. Se ve desde niños, como aprenden, como los tratan, a base de golpes, palos... "Estorban". 

Y, aún así, algunas personas consiguen desarrollar una sensibilidad especial, un humor maravilloso, una sonrisa inmortal, un talento ideal para el arte. Y hay que controlar a estas personas.

Nora es una de ellas. Lol la Cantora, Tomás el Entallador y la demás gente que está recluida en el mismo complejo que ella, también. 

Una cantidad de casualidades, muertes y circunstancias que hacen sospechar. Un detalle importante es que a Nora le cuesta darse cuenta de todo esto. Le cuesta muchísimo, y no precisamente porque la chica sea tonta.

Otra persona que me gusta es Mat, la pequeña sombra de Nora. Procede de la peor parte del poblado, la Veta, habla con un "curiosísimu acentu" que remata su carácter divertido, aunque algo rudo. Su papel, cada vez más importante a medida que avanza la historia, es una muestra de la inocencia y la ilusión que la sociedad de Nora arrebata.

Otro detalle maravilloso del libro es el color azul, el hilo azul, que nadie es capaz de conseguir en ningún lugar, ni siquiera la veterana Anabela.

En resumen, hostilidad, desesperanza, resignación y violencia se unen con el afán por seguir adelante, la superación y un pequeño regato de esperanza en estas páginas cuyo final resulta tan chocante como inesperado. Páginas pobladas por personajes que demuestran su nobleza o su miseria, de sorpresas y engaños...

Muy recomendable.

¡Y hasta aquí la reseña, literatómanos! Espero que os haya gustado, y, cómo siempre, os invito a comentar si habéis leído el libro, la saga...

¡Hasta pronto!