¡Hola, literatómanos!
¿Qué tal os va? A mí bien, pese al estrés del curso, que me tiene secuestrada y me impide pasarme por aquí tanto como yo querría. ¡Incluso me cuesta sacar tiempo para leer!
Hoy, os traigo la reseña de un libro maravilloso que, pese a no ser precisamente una novedad, últimamente todo el mundo parece estar hablando de él. ¡Y qué pena que no se hiciera "famoso" antes!
Título: Palmeras en la nieve.
Autora: Luz Gabás.
Editorial: TM Novela.
Número de páginas: 720.
Fecha de publicación: febrero de 2012.
Es 1953, y Kilian abandona la nieve de la montaña oscense para iniciar junto a su hermano, Jacobo, el viaje de ida hacia una tierra desconocida, lejana y exótica, la isla de Fernando Poo. En las entrañas de este territorio exuberante y seductor, le espera su padre, un veterano de la finca Sampaka, el lugar donde se cultiva y tuesta uno de los mejores cacaos del mundo.
En esa tierra eternamente verde, cálida y voluptuosa, los jóvenes hermanos descubren la ligereza de la vida social de la colonia en comparación con una España encorsetada y gris; comparten el duro trabajo necesario para conseguir el cacao perfecto de la finca Sampaka; aprenden las diferencias y similitudes culturales entre coloniales y autóctonos; conocen el significado de la amistad, la pasión, el amor y el odio. Pero uno de ellos cruzará una línea prohibida e invisible y se enamorará perdidamente de una nativa. Su amor por ella, enmarcado en unas complejas circunstancias históricas, y el especial vínculo que se crea entre el colono y los oriundos de la isla transformarán la relación de los hermanos, cambiarán el curso de sus vidas y serán el origen de un secreto cuyas consecuencias alcanzarán el presente.
En el año 2003, Clarence, hija y sobrina de ese par de hermanos, llevada por la curiosidad del que desea conocer sus orígenes, se zambulle en el ruinoso pasado que habitaron Kilian y Jacobo, y descubre los hilos polvorientos de ese secreto que finalmente será desentrañado.
Solamente el hecho de abrir este libro ya fue una experiencia. Un volumen grande, con las tapas gruesas, papel suave y ese característico olor que, para más de uno, tiene un significado especial. Después de terminarlo, puedo decir que es una lectura tan deliciosa como el cacao del que habla en casi todos sus capítulos.
Nos encontramos con dos historias paralelas, pero interrelacionadas, que se intercalan en el libro, de tal manera que las vamos conociendo simultáneamente. Por un lado, encontramos la parte de Kilian, inusual por presentarnos el desconocido contexto del colonialismo español en Guinea. Y, por otro lado, la historia de Clarence, más actual, en la que una joven emprende un viaje en busca de información sobre el pasado de su familia. En toda la novela encontramos un toque nostálgico que me ha hecho amar no solo este libro, sino toda la novela intimista, que no hace tanto era para mí una selva, como la guineana, sin descubrir y que no tenía ganas de explorar.
En cuanto a los personajes, tengo que decir que son inmejorables. Su construcción psicológica es compleja y llena de detalles, incluso la de los personajes secundarios, por lo que llegas a conocerlos muy bien y compartir muchas emociones con ellos. ¡Simplemente, es imposible no creértelos! Aparte de los dos protagonistas, también hay que destacar a Jacobo, hermano de Kilian, que oculta un gran secreto; a José, o más bien debería decir Öse, un personaje que cambia radicalmente nuestra forma de ver a los miembros de otras culturas; a Bisila, una increíble mujer cuya fortaleza y personalidad brillan cual estrella fugaz. ¡Incluso los seres tan detestables como Gregorio han sido ideados con todo detalle! Tal vez, por eso se les detesta tantísimo, mucho más que a los más crueles villanos de nuestras sagas favoritas.
El contexto también es impresionante, me he quedado con muchísimas ganas de visitar todas y cada una de las ubicaciones que aparecen en el libro. Las palabras de Luz Gabás son como suaves pinceladas que conforman un cuadro que soy capaz de visualizar mientras estoy leyendo, y cada frase es capaz de evocar las mil y una sensaciones. Porque sí, este es un libro emotivo, pese a no estar cargado de acontecimientos increíbles y fuera de lo común. Más bien, es una emoción más cotidiana, totalmente distinta a lo que acostumbro a leer.
Sin embargo, y más allá de todos estos puntazos a favor del libro, los contrastes son, con diferencia, lo mejor de la novela. Encontramos contrastes y contradicciones entre pasado y futuro, Guinea y España o incluso entre los más cercanos, que son verdaderamente llamativos. Todos los temas que se abordan, que son muchos, permiten observar las diferencias, como ha cambiado el mundo en todos los lugares y no solo en la puerta de nuestras casas. Asuntos como el racismo, el amor romántico, la política, la libertad o la religión dan un vuelco radical y de manera distinta en cada lugar (es aterrador, a veces parece que todo es un ciclo que da vueltas), y resulta sumamente interesante. Es obligatorio: mientras lees Palmeras en la nieve vas a pensar en el mundo, en lo que quedará detrás de ti, en cómo va a ser el futuro.
La única pega de este libro es su lentitud, hay algunos párrafos que son cargantes por repetir una vez tras otra la misma información, por querer ampliar las descripciones más de la cuenta. Tras todo esto, el final es rápido, lleno de acción precipitada, acontecimientos que ocurren todos a la vez, después de muchos giros estructurales y sorprendentes. Un poco, como la vida misma. Aunque sorprendente, a mí me parece que es el único que este libro se merecía, cada cual en su sitio, siendo cómo es.
En resumen, lo recomendaría mucho. Sobre todo para aquellos que anden con ganas de leerse un buen tocho. ¡Porque este, ciertamente, merece la pena!
Y esto es todo por hoy. Como siempre, os invito a comentar si habéis leído este libro, os ha gustado, os soléis acercar a este género... ¿Me recomendaríais ver la película?
Literatobesos.
Temiste que la nieve de las palmeras se fundiera, se evaporara y despareciera
para siempre. También temiste que las palmeras echaran raíces en la nieve